10 de julio: Día de San Cristóbal Mártir

Para la localidad de Picassent el 10 de julio no es solo un día más del verano. Entre el sol, el calor y el ambiente de las vacaciones se celebra la festividad del patrón del pueblo, San Cristóbal Mártir. Una fecha en la que se pausan los eventos taurinos, que tienen lugar del día 6 al 15 de este mismo mes, para centrarse en la conmemoración a este santo.

Como hemos dicho en algunos artículos anteriores, Picassent es un pueblo de tradiciones que los ciudadanos celebran y disfrutan. Algunas de esas tradiciones se conservan y se conmemoran en nombre de dos patrones del pueblo que dan lugar a las fiestas patronales: San Cristóbal Mártir y la Vallivana.

Colegio San Cristóbal Mártir.

Este primero da nombre a varios establecimientos, como son el Colegio de San Cristóbal Mártir ubicado justo al lado de la Ermita y también, la Iglesia en frente del Ayuntamiento, pero también a muchos picassentinos que, en algunos casos, acaban siendo apodados por sus conocidos con abreviaturas como “Tobal”.

La Ermita de Picassent.

Aunque el festejo a este santo solo dura un día, acaba siendo bastante intenso. El décimo día del mes de julio, la mañana comienza con una misa celebrada en esa parroquia que comparte el nombre del santo. Los creyentes acuden a oír las palabras del sacerdote y se reúnen para vivir la festividad del patrón. Muchos son los que comparten con sus familiares la hora de la comida.

Después de la misa, a las dos del mediodía, el cielo se llena de colores con la popular mascletà de fuegos artificiales, que sirve como primicia para esa posterior comida familiar.

Iglesia de San Cristóbal Mártir.

Para bajar la comida, los picassentinos tienen tiempo de sobra, porque no es hasta las ocho y media de la tarde cuando se celebra la procesión por algunas de las calles del pueblo. Un acto en el que se puede ver al patrón del pueblo materializado en una escultura datada en los inicios de los años 40 del siglo XX y que, debido a su avanzado estado de deterioro,  el pasado año fue restaurada por el escultor Enric Galarza.

El día se cierra con una velada nocturna con el Festival de Bandas de San Cristóbal Mártir a cargo de la Banda Sinfónica de la Sociedad Artístico Musical (SAM) de Picassent.

A las doce, cuando el día ya ha terminado, se da por finalizada la pausa de las celebraciones taurinas y vuelven a retomarse de nuevo con vacas y con un toro embolado.

Recorrido de toros con mensajes contra el acoso sexual.

Unas fiestas que crean ambiente en las calles del pueblo, porque durante esta semana muchos son los que se deciden a salir de casa para disfrutar con sus amigos y familiares de almuerzos, comidas y cenas que aumentan el número de reservas en los bares y restaurantes e incluso estos se ven favorecidos por la bienvenida de “forasters”, como nombran los naturales de Picassent a quiénes vienen de fuera.

Además, este año para prevenir el acoso sexual y el consumo excesivo de alcohol el Ayuntamiento decidió tomar medidas como la de repartir gafas moradas (el color que representa a la mujer) o la de colgar carteles con mensajes alertando del riesgo del consumo de bebidas alcohólicas y otros, defendiendo la igualdad entre hombres y mujeres.

Al finalizar esta semana, se pierde este ambiente y las calles vuelven a retomar su calma que permanecerá con esta tranquilidad hasta septiembre cuando vuelven de nuevo las fiestas, esta vez en honor a la patrona: la Vallivana.

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